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Nuestra bienvenida al blog del Área de Igualdad de Oportunidades promovido por la Concejalía de Mujer, Sanidad y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Astorga.
En el mismo encontraréis espacios de participación, noticias sobre cursos, subvenciones, actividades,..., y otras propuestas que nos vayan llegando.

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ENTREVISTA A MARGARITA BORJA, una mujer que también va abriendo caminos.



·         Comencemos por conocerte un poco mejor ¿Quién dirías tú que es Margarita Borja?  Fui niña y adolescente durante el franquismo. Estudiante en Francia e Inglaterra entre el final de los 50 y los 60, situación que cambió de forma determinante mi educación y la perspectiva de mi país. Activa durante la transición, me reconozco como activista en la vida y en la cultura, acompañada por  mis amigas feministas. Mi  hijo y mi hija con sus parejas corresponsables, me han dado dos nietas, dos nietos y otro que viene de camino. Desde el mismo año en que fui abuela por vez primera,  comparto mi vida personal con una mujer.  Mis condiciones como poeta  y  teatrera se fraguaron en un convivir desde niña con el malestar de mi madre y de sus amigas,  sin alcanzar a comprenderlo del todo.  Descubrir que era la condición de la mujer, el segundo sexo definido por Simone de Beauvoir, lo que las dejaba a ellas (y a mis compañeras  y a mí) relegadas a los márgenes, por el mero hecho de ser mujeres,  me situó en un camino propio, parafraseando a Virginia Woolf. 

Tras la obra de teatro, vendría el libro.
·         ¿Cómo te surgió la idea de escribir una obra de teatro sobre Olimpia de Gouges? En un autobús de Buenos Aires, durante el post-corralito, descubrí  desde la ventanilla un pasquín que convocaba a la Comuna barrial: iban a  celebrar una asamblea para preparar las protestas ciudadanas y organizar la pobreza. Durante el resto del recorrido descubrí que, además del uso de la terminología,  toda la ciudad estaba llena de símbolos  de la Revolución Francesa, en los edificios públicos como en todo tipo de  rótulos   e imágenes populares. A los pocos días otras semejanzas dispararon el deseo de realizar en Buenos Aires el montaje sobre Olimpia de Gouges: eran sobre todo las mujeres las que organizaban la supervivencia colectiva en las fábricas y en las barriadas,  las que lideraban la protesta política.

·         ¿Puedes decirnos qué crees que ha significado esta mujer para la lucha por la igualdad, en primer lugar de las mujeres, pero también de los colectivos más desfavorecidos de la sociedad? Olimpia fue la primera en sistematizar en 1791 la famosa “Declaración de derechos de la mujer y de la ciudadana”.  Tomó como modelo la propia “Declaración de derechos del hombre” de Lafayette, que finalmente fue la aprobada con un añadido de “universal” en el título que resultó ser por completo falso, pues dejaba fuera del marco constitucional y del derecho al voto a la mitad de la población: a las mujeres. Un atraso de 200 años para todas las europeas, nada menos.   Olimpia pidió un impuesto para los ricos para paliar la carestía soportada por los más desfavorecidos.  Luchó por la igualdad de derechos de herencia para las hijas e hijos naturales y solicitó penalizaciones para los hombres que abandonaban a su suerte a las madres y a las criaturas engendradas por ellos en relaciones desiguales, engañosas y tapadas. Olimpia luchó contra toda forma de esclavitud, también la nuestra.

·         Si tuvieras que resumirlo en pocas palabras ¿quién dirías que fue Olimpia de Gouges? Una mujer de energía radiante,  valiente, lúcida,  adelantada a su tiempo, creativa, que poseía un gran sentido a la vez de la libertad y de la justicia social y un pensamiento político progresista verdaderamente ejemplar. Una heroína  a la par que una creadora de sí misma: un ser mutante que hace mutar a la sociedad,   en definición de Deleuze.

·         ¿Qué te ha parecido que Olimpia haya sido escogida como la mujer de referencia dentro de este mes “Marzo en femenino”, de Astorga?  Un paso más hacia la esperanza. Conocer a nuestras antepasadas y tomarlas como genealogía, como modelo de referencia, nos refuerza personal y colectivamente, nos da un lugar en la historia de la ciudadanía, nos proporciona perspectiva, alas para escrutar desde la altura de miras la longitud del camino que falta por recorrer.

·         Está claro que las ideas que Olimpia defendía con respecto a la igualdad de derechos de la mujer, como tal y como ciudadana, aún no se han conseguido totalmente ni aún en los países que presumimos de ser desarrollados ¿cuál crees que deber ser el camino a seguir para alcanzarlos? Unirnos cada vez más y en redes más amplias y activas, también internacionales, porque el feminismo es un internacionalismo. Observar el sabio consejo de la filosofía griega: “ir de lo particular a lo general”, que el feminismo de los 80 aplicó determinando que “lo personal es político”. Es decir que si no llevamos a la práctica la libertad y la igualdad en nuestro entorno más próximo, poco trecho recorreremos.

·         ¿Cuál podría ser el mensaje que ella le diera a las mujeres de nuestra sociedad?  A mí las preguntas clave de Olimpia me siguen pareciendo herramientas clásicas, útiles hoy. Son tan certeras y dialécticas que abren ventanas al conocimiento y a la autocrítica y construyen  una mirada sagaz sobre la realidad.  En la obra de teatro que escribimos a cuatro manos Diana Raznovich y yo, el personaje Olimpia exclamaba: “Soy una coleccionista de preguntas”

·         ¿Habría un mensaje especial para las más jóvenes?  Que no se priven de probarse  todos los atrevidos “trajes” de Olimpia para disfrutar de sus metamorfosis y de su temperamento  libre y aprender de sus ideas y su competividad. Siempre hay que aprender  de los héroes,  y ella entra en esa categoría.  

·         ¿Qué consideras que nos falta a las mujeres para creer más en nosotras mismas y luchar más activamente por visibilizarnos en la sociedad además de conseguir alcanzar nuestras metas profesionales? Al interior del plural “mujeres” palpita tanta  diversidad individual, tantos deseos personales…  En mi opinión se trata de buscar cada una en sí para encontrarnos  siendo inventoras de nosotras mismas, como Olimpia, y a partir de ahí, unirnos por objetivos. Y  hacer risas.

·         ¿Nos recomendarías algún otro personaje femenino cuya existencia sea ejemplo de lucha por la igualdad en todos los sentidos?  Clara Campoamor,  es  la mujer a quien las españolas debemos lo más importante: el voto. “Mi pecado mortal, el voto femenino y yo” es su extraordinario  libro de memorias donde ella cuenta como sucedió todo en las Cortes constituyentes de 1931. El relato es de tal fuerza y contundencia argumental, pone tan al rojo vivo la estructura patriarcal de desprecio por las mujeres que ella consiguió remover,  que deberíamos hacerlo correr de mano en mano, y también de madres a hijas e hijos, transmitirlo como patrimonio de la humanidad digno de ser preservado  de generación en generación.

·         Si quieres añadir algo a las personas mayores   Que no dejen de contarnos sus historias para que podamos aprender y conocer la realidad desde las fuentes orales.

·         Gracias Margarita por contestar a nuestras preguntas y esperamos tener muy pronto ocasión de tenerte de nuevo en Astorga. Será un gran placer para mí volver a vuestra  histórica ciudad y compartir el compromiso con la igualdad que nos reúne. Gracias también por mi parte.

 margarita nos acompañó el día 6 de marzo de 2012, para dar inicio a este primer "Marzo en femenino", hablándonos de la mujer a quien se le dedicaba, en este 2012, bicentenario de los sitios de Astorga y de nuestro primer ayuntamiento constitucional gracias a la promulgación de la que se conocería como "La Pepa", 1ª constitución española.